Esta empresa fue fundada por el Sr. Vicente Mendoza Esteves (1905-1986), comprometido para servir a su gente, allá por los años treinta. En el año de 1975 se constituye la empresa como sociedad anónima, denominándose como Autobuses Apaseo El Alto, S.A. de C.V. razón social que la define actualmente, simplemente conocida como "Los Rojos", con sus primeras unidades operando desde aproximadamente el año de 1940 formalmente.

Durante muchos años, el pueblo de Apaseo el Alto tuvo como principal camino para el tránsito de las carretas al Camino Real, que al llegar al pueblo se le denominaba Calle Real (Calle Juárez); el camino a la hacienda de San Cristóbal (Calle 5 de Mayo), Camino a la hacienda del Sabina (Constituyentes) y el Camino Viejo (antiguo camino a La Presita), caminos que en época de lluvias eran prácticamente intransitables.

Las viejas carretas desaparecieron casi al término de la Revolución Mexicana y entraron en circulación pequeños autobuses con carrocerías de madera, en éste pintoresco pueblo con narraciones que parecen cuentos; los antiguos pobladores aún recuerdan con añoranza las aventuras de los piones del autotransporte, mencionando que los pésimos caminos hacían poco durables los vehículos y su mantenimiento hacía incosteable el oficio de auto transportista.

Fue entonces cuando apareció Don Vicente Mendoza Esteves, de 29 años, joven, soñador, audaz y futurista. Con un montón de proyectos ya iniciados, con la idea de la Carretera Panamericana circulando en los diarios nacionales, la carretera a Jerécuaro, y soñando con el teléfono y el comercio como apoyo, no lo pensó más y adquirió el primer camión Chevrolet que entró en circulación, lo llamó "El nacional".

Con una flotilla suficiente Don Vicente Mendoza fundo la Línea Autobuses Apaseo el Alto, de color rojo y plata, pero la gente los comenzó a llamar simplemente como "Los Rojos", la semilla de Don Vicente cayó en tierra fértil, el pueblo de Apaseo el Alto ahora está bien comunicado y las viejas fotos de los primeros camiones, es parte de la bella historia que los apaseoaltenses cuentan generacion tras generación a sus hijos.